17 julio, 2005

Derecho y poesía. Antología.V.

Elegido por aclamación

Sí, fue un malentendido
Gritaron: ¡a las urnas!
y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego.
Era pundonoroso y mató mucho,
con pistolas, con rifles, con decretos.

Cuando envainó la espada dijo, dice:
La democracia es lo perfecto.
El público apaudió. Sólo callaron,
impasibles, los muertos.

El deseo popular será cumplido.
A partir de esta ahora soy -silencio-
el Jefe, si queréis. Los disconformes
que levanten el dedo.

Inmóvil mayoría de cadáveres
le dio el mando total del cementerio.

Angel González, Grado elemental.

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