11 octubre, 2005

MINIMA BERLINESA

- Todo un carácter Otto Schily, importante personaje histórico del Partido Socialista Alemán y ministro de interior en el Gobierno socialistas-verdes presidido por Schröeder y que ahora acaba. Declaró estos días que buena parte de la responsabilidad por las recientes avalanchas de inmigrantes hacia Europa, y en particular a través de Ceuta y Melilla, la tiene el Gobierno español, por el efecto llamada de sus recientes decisiones en materia inmigratoria, especialmente la última legalización de ilegales. Como medida para atajar por el momento el grave problema propone que Europa sancione a los países de origen que se nieguen a aceptar la repatriación de sus ciudadanos. Todo eso lo dice él, y si alguno no me cree, que se agencie la manera de consultar Der Tagespiegel del pasado domingo, página 6. Que ZP lo mande callar, carajo, como a los suyos. Además, ¿no éramos amigos de Schröeder y su Gobierno?

- Más de Otto Schily. Se halla metido en un escándalo mediático por haber permitido que, a instancia del Ministerio Fiscal y en el curso de una investigación judicial en marcha, la policía allanase las instalaciones de la revista Cicero y se llevase quince cajas con documentos que uno de sus periodistas guardaba y que contenían información confidencial que se había filtrado ilegalmente desde la Fiscalía Federal. El detonante fue una publicación de dicha revista en la que se daban datos secretos sobre la red de Al-Queda en Alemania. El Ministro, muy cuestionado por casi toda la prensa e, incluso, en su propio grupo parlamentario por causa de ese ataque a la libertad de información, se defiende con uñas y dientes y afirma que también los periodistas y los periódicos están sometidos a la ley. Pobre PedroJ como Schily caiga por España.

- Un español observa aquí mismo, en Alemania, las negociaciones para la próxima coalición entre socialistas y conservadores y se muere de envidia. Y eso después de una campaña electoral durísima y en la que se dijeron de todo. Tal vez la diferencia con nuestros pagos es que éstos políticos alemanes compiten duramente, pero no se odian. O que quieren más a su país de lo que odian al rival.
Al mismo tiempo, el partido liberal y el de los verdes rugen de desesperación, pues esta vez no les toca trincar nada. Maldición, tenemos el ejemplo a tiro de piedra de España y como si nada, a seguir llamando fachas a los del PP y a darles caprichitos a ciertos niñatos de la periferia de la modernidad. Y si vemos los términos del acuerdo hasta el momento alcanzado, la envidiosa admiración se hace ya insoportable: para el partido que tuvo unos pocos votos más, la Cancillería, es decir, la Presidencia del Gobierno. Pero, para compensar, el partido socialista tendrá en ese Gobierno de la conservadora Angela Merkel dos ministros más que los conservadores. Y Schröeder se quita de enmedio para no ser un obstáculo, aunque trata de controlar lo posible de la renovación inminente de su partido.
Y ni un minuto de tiempo ni un gramo de energía para debatir chorradas sobre si Baviera será nación o si los círculos serán cuadrados. Flipante.

- Los tribunales alemanes acaban de rehabilitar oficialmente a Johann Burianek, que en 1952 fue condenado y ejecutado en la Alemania del Este por sus actos de oposición y resistencia a la dictadura. Su "delito" había sido repartir octavillas y poner carteles contra aquel régimen canalla. Todos los que lucharon contra la tiranía y arriesgaron su vida por enfrentarse a los verdugos de las libertades merecen pasar a la historia con honores. He dicho todos. Todos.

- Este que suscribe llevaba ya casi diez años sin venir por Berlín, después de algunas temporadas anteriores por estas tierras. Y le sorprenden a uno algunas cosas, bien por contraste con nuestro país, bien por diferencia con lo que esto era antes. Tres ejemplos rápidos.
Uno, que parece que los alternativos de antaño han desaparecido o han cambiado de aires. La ciudad ha perdido colorido con eso y ya no tiene aquel tono tan especial de antes. No es raro cuando uno lee también estos días que los Verdes, una vez descabalgados del Gobierno federal, empiezan a coquetear con los conservadores, con la esperanza de alianzas con ellos después de las elecciones próximas en los Länder.
Dos, que los alemanes fuman más que los españoles y que se permite fumar prácticamente en todos los lugares en los que España ya no se consiente.
Y tres, lo más interesante, que se nota un montón que a las instituciones públicas alemanas el dinero ya no les alcanza y comienza a percibirse un cierto deterioro en la ciudad y en ciertos servicios públicos. Causa perplejidad pensar que, entretanto, en los pasados años España se ha transformado muy positivamente, hasta el punto de haber superado a los alemanes en más de cuatro cosas, gracias a.... el dinero alemán que nos llegó a través de la UE. No me extraña nada que digan que ya está bien y que ahora nos toca pagar a nosotros para que progresen los siguientes, los países nuevos en la UE.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente, Sr. García. Como casi siempre. Muchas gracias.