14 mayo, 2007

Tontunas legislativas. 3. De consejeros, observadores y comisionistas en general.

Parecen verdaderamente tontitos estos legisladores, y muchos y para muchas cosas a fe mía que lo son. Pero la mano que mece la cuna sabe muy bien lo que hace y se guía por los más sofisticados métodos contemporáneos de domesticación social. Antes, cuando la gente se mosqueaba te surgía una protesta o un movimiento social y se organizaba un cisco por cualquier fruslería. Y ya se sabe que los movimientos sociales los carga el diablo. Y las manifestaciones no digamos. Así que todos quietos y sin movimiento y, además, nada de manifestaciones que no sean contra la guerra de Irak o la pesca salvaje de las focas.

¿Que como se consigue semejante beatitud? Pues los procedimientos son muy diversos y el arte está en saber combinarlos. Este fin de semana, por ejemplo, era totalmente impensable que en España (es decir, en la cosa esta en que vivimos y que ni Dios sabe lo que es, si una nación, una metanación, un Estado mordido por las pirañas o lo que queda de la otrora lujosa casa de Madame Lulú) surgiera una revolución; qué digo una revolución, ni una mínima protesta por nada. Imagínate, el sábado Eurovisión y el Madrid que se pone líder, el domingo a esperar por el partido del Barça y a lamentar que la OTAN no hubiera bombardeado más a los serbios esos que hacen tongo en una competición tan importante. Y así todo y cada dos por tres.

Eso de que las moscas se obcequen con la mierda dicen que es cosa del mercado y que las cadenas de televisión ya se sabe que viven de alquilar pisitos por horas, pero ¿y los gobiernos de la cosa pública? Ay, amigo, esos sí que se dan maña y una gracia que no se puede aguantar. El poder ejecutivo ha descubierto la piedra filosofal en forma de burocracias tan pomposas como vacías de sentido. A ver, usted, lector, ¿no tiene usted ningún cargo o encomienda en algún consejo, comisión, junta, observatorio, oficina, workshop, asociación de asociaciones, sociedad de sociedades, polígono, centro piloto, alianza, comité, cúpula directiva...? ¿Que no? Pues permítame que le diga, con todos los respetos, que es usted un perfecto mindundi, un don nadie que no asusta ni a los niños pequeños de antes de la EGB y la ESO. Porque si a usted se le vieran maneras de agitador de multitudes o, incluso, de grupitos de nada, si se le notara algo de carisma, si se percibiera en usted alguna inquietud desestabilizadora de lo que sea, hasta de su comunidad de vecinos, si existiera la más mínima posibilidad de que un día fuera usted a protestar por algo que hiciera perder un voto a algún profesional de dar el palo en la cosa pública, usted ya tendría algún nombramiento y, como mínimo, unas horitas de permiso semanal en su curro para cumplir con tareas de tanta enjundia, y unas dietitas para llegar a fin de mes más desahogado y poder torrarse en Torremolinos en agosto sin la suegra ni la autocaravana.

En este país nuestro (o lo que coño sea, y ya sea nuestro o de la memoria histórica del abuelo, que no fue picador sino militar, pues por entonces el pacifismo aún no se llevaba) el que se mueve sí sale en la foto; y en el BOE. ¿Que anda usted organizando broncas en el colegio de su hijo porque la de matemáticas pasa de todo y dedica sus horas de clase a hablar de Yo soy Bea o a farfullar cosas ininteligibles en alguna lengua oprimida? Ánimo, en menos de tres meses le habrán hecho de algún consejo escolar, de alguna comisión de enseñanza y de un par de juntas para la mejora progresiva de la pedagogía diversificante en la multicultura de la paz viento en popa a toda vela te llaman la bienpagá porque tus besos compré (corcho, se me ha ido la olla con el nombre de las juntas esas; pero es algo por el estilo, seguro). Y así todo.

Es pura estrategia para tener entretenido al personal y para darle cosas de las que chulearse en la comida de los domingos en casa de la suegra y joderles los nervios a los cuñados. Pepe, cuéntales lo que te han nombrado. Bah, Lola, qué mas da, tú ya sabes que yo estoy acostumbrado a esas cosas y no me cogen de sorpresa. Anda, Pepe, porfa, cuéntalo, que a mí me hace mucha ilusión. Pues es que me han hecho vocal del Consejo Nacional de Juanetes y Callosidades, vosotros sabéis que hace tiempo que ando en eso. Pero cuéntales lo que vas a ganar, Pepe, anda. Bueno, sueldo no tengo, pero nos reunimos una vez cada quince días para examinar los promedios nacionales de juanetes izquierdos y derechos y para ver en qué mano le sale a la gente más callo y por qué, y por cada reunión me pagan el viaje, el hotel y las dietas, y además hemos firmado un convenio con el Ministerio de Sanidad y la Sociedad Ubérrima de Podólogos Latinos (SUPLA) para que nos den asistencia gratis a todos los consejeros durante diez años. Ay, Pepe, qué orgullosa estoy de ti. Calla tontina, que con esto de la paridad creo que te voy a conseguir a ti también una plaza de consejera en la próxima renovación. Es dentro de ocho meses, pero ya andamos montando la campaña. ¿Y podremos ir juntos a todos esos sitios, Pepe? Claro, cielo, y comeremos comida regional y nos alojaremos en hoteles con encanto de los que salen en El País y nos compraremos muchos souvenirs.

¿Que se creen que estoy de broma? Para nada, sólo faltaba. Si piensan que exagero, ojeen el BOE de vez en cuando. Verán qué cantidad de engendros inverosímiles se inventa la Administración para tener tranquilo y contento al personal y que parezca que todo quisque se preocupa una barbaridad de los grandes problemas sociales. Sería más barato darle a la gente una piruleta y unas entradas para El Bombero Torero, pero ahora se lleva esto.

Lo último (bueno, seguro que es lo penúltimo o antepenúltimo; además, no me dedico a leer los boletines autonómicos, que ésos sí que traen chorradas divertidas) es el Real Decreto 613/2007, de 11 de mayo, por el que se crean y regulan el Consejo y el Observatorio Estatal de las Familias (BOE de 12 de mayo de 2007). Uy, qué falta nos estaban haciendo ese Consejo y ese Observatorio. Se me quita un peso de encima. En mi casa andábamos comentándolo cada dos por tres. Es verdad, hija, esto de las familias está cada vez más complicado y no se va a arreglar nada mientras no tengamos un Observatorio como Dios manda. ¿Y qué van a obervar?, preguntará la abuela. Ahjj, güela, no pregunte tanto, chacho, que se le va a endoblar la lengua, responderá el gitanillo, también él satisfecho de los grandes avances legislativos en este país de payos y pillos.

No cabe duda de que las familias lo van a notar y no sólo porque los tropecientos mil consejeros y observadores van a cobrar del erario público; es decir, de lo que cotizan los sufridos padres y madres de familia, fundamentalmente. Sino también porque basta ver las funciones que estos organismos tienen asignadas para que no quepa dudar de que este hallazgo institucional marca un antes y un después en la historia de nuestra saciedad (perdón, quise decir sociedad).

No quiero cansarles, pero miren las funciones del Consejo Estatal de Familias (art. 2):

"a) Recoger y analizar la información disponible sobre la situación de las familias y de su calidad de vida, tanto a nivel nacional como internacional.
b) Realizar el seguimiento de las políticas públicas en el ámbito de la Administración General del Estado que afectan a las familias.
c) Formular propuestas y recomendaciones sobre líneas estratégicas y prioridades de actuación en materia de políticas familiares en el ámbito de la Administración General del Estado.
d) Emitir informes, dictámenes y memorias sobre los proyectos normativos de la Administración General del Estado relacionados con los fines del Consejo y otras iniciativas en materia de políticas familiares que sean sometidas a su consideración.
e) Evacuar consultas, que sean sometidas a su consideración, relacionadas con los fines del Consejo.
f) Proponer la realización de estudios, investigaciones y publicaciones, así como la celebración de jornadas y seminarios sobre materias que afecten a las familias.
g) Mantener relaciones de cooperación con otros órganos análogos de ámbito estatal, autonómico, local o, en su caso, internacional."

Qué chollo, ¿eh? Se tiene que dormir de narices en las reuniones del organillo este.

¿Quiere usted, so perversón, saber de qué se ocupará el Observatorio Estatal de Familias? Pues de cosas tan enjundiosas como éstas:

"a) Conocer la situación de las familias y de su calidad de vida.
b) Realizar el seguimiento de las políticas sociales que les afectan.
c) Hacer recomendaciones en relación con las políticas públicas.
d) Efectuar estudios y publicaciones que contribuyan al mejor conocimiento de las necesidades de la familia".

Casi na ¿eh? Imagínese usted de vocal(ista) ahí, todo el día haciendo recomendaciones y opinando sobre todo, venga a evacuar consultas y lo que le pete . Como ahora en el bar, pero en el Observatorio con otro empaque y otra cosa, ya me entiende, y sin tener que pagar el pincho de tortilla ni nada de lo que tome; cobrando, encima.

Cuando mejor se le ve la oreja al Gobierno que monta semejantes cretineces es a la hora de fijar su composición. Cama para todos, hagan sitio. Cuento los componentes del Consejo Estatal de Familias (art. 3) y me salen... treinta y nueve. ¿Quién va a pagar los pinchos de tortilla de todos esos? Usted, tontín, para que ellos hablen de la familia y de lo caro que está todo y de por qué no vamos en comisión de reconocimiento a ver cómo se lo montan las familias en el Caribe mexicano y que tenemos que encargar un par de estudios a una cuñada socióloga que tengo yo y que se acaba de divorciar la pobre y que mira qué panorama familiar. Va a ser como en la peluquería, pero a lo bestia y por cuenta suya, de usted.

Y, además, nos tendrán a todos sobre ascuas. Recuerden que entre los cometidos del Observatorio Estatal de Familias está en primer lugar el de “conocer la situación de las familias y de su calidad de vida”. Claro, de esas cosas no te das cuenta hasta que no estás en un Observatorio. Y un día se halla usted en su casa comiéndose la ensalada de lechuga sin atún ni nada –que están mu achuchás las familias, oiga-, le suena el timbre, le dice a Maruja que abra de una puta vez a ver quién viene a esta hora a tocar los cataplines y se le mete en la cocina uno que dice que es del Observatorio y que anda haciendo una encuesta. Un becario, ya sabe, que los Observadores propiamente dichos no se van a mover, pues perderían perspectiva y, además, no pisan ni por todo el oro del mundo ese asco de barrio en el que vive usted, todo lleno de sudacas y moros, que parece mentira cómo les da por vivir a algunas familias, oiga. Y venga a preguntarle que si qué tal la familia y que para cuando la parejita y que si la abuela vive sola o ya la espichó. Y, por supuesto, usted colabora, porque esa gente lo hace todo por su familia, son unos entregados a la causa, unos vocacionales, unos mártires, unos pantojos auténticos, y están perdiendo el tiempo y las energías por usted y su familia y seguro que usted ni siquiera sabe agradecer el esfuerzo del Gobierno y todo ese desvelo de las administraciones para que usted llegue a saber que las familias como la suya están mu mal, mu mal, pero que después de las próximas elecciones van a mejorar un güevo si usted vota con arte, mi alma.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por toda la serie de "Tontunas legislativas". Me he permitido comentarla aquí.

Pero tengo una curiosidad: ¿cómo es que el enlace de "(BOE de 12 de mayo de 2007)" remite a www.loskulos.com?