08 junio, 2007

Ejemplar imparcialidad, ecuánime rectitud

En esta Universidad a la que mis pecados me han traído hace ya un puñado de años, comenzarán a impartirse el próximo curso ocho maestrías oficiales. De ellas, cuatro pertenecen al ámbito de las ciencias humanas, jurídicas y sociales. Contaré al respecto una historia ejemplar, basada en puros datos, no más, sin juicios de valor.
Hay un profesor de esta Universidad al que tal vez ya me he referido aquí en alguna ocasión y que tiene mucha mano en Juntas, Conse(r)jerías y demás lugares donde abrevan políticos febrilmente entregados al interés general. Según tengo entendido, y creo que bien entendido, por él pasa la evaluación de las solicitudes, entre otras cosas de mucha enjundia, de las maestrías que desde las distintas Facultades se habían presentado ante tan sesudas autoridades. Pues bien, repare el lector desavisado en este nimio detalle: de esas cuatro maestrías aprobadas con luz y taquígrafos hay una de la que nada puedo decir, pues ningún indicio tengo en ningún sentido. ¿Y las otras tres? Pues una la dirige quien le dio al gran hombre asilo político en forma de despacho cuando tuvo que cambiar de aires. Otra la dirige él mismo y la tercera su mujer. Chachi piruli. El dato lo puede ver y lo habrá visto todo el mundo, pero como casi nadie tiene blog, qué van a decir, naturalmente. Y yo tampoco digo nada, que todo se sabe.
Por cierto, estas cosas aquí dependen del PP. Mi voto lo pueden esperar sentados y no sólo por estas cosas, aunque también. Para que luego digan.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Son Rus Rufino "gran hombre" y Sánchez Manzano pero ¿quién será el que dió asilo?

Juan Antonio García Amado dijo...

Yo no doy ni voy a dar nombres ni a confirmar ni desmentir. Cada palo aguanta su vela.

Anónimo dijo...

A mi lo que no me queda claro es cómo ver quienes son los directores de tres de los másteres de los que habla garciamado.

Anónimo dijo...

Anónimo
Pinche donde pone garciamado "ocho maestrías oficiales" ,en azul, y accederá a dichas maestrías, pinchando en las que son del ámbito de las jurídicas verá informaciones en dichas informaciones vienen esos nombres.

Anónimo dijo...

Comprendo el rebote ... bien justificado está ... pero yo no me preocuparía.

Me explico. Ha habido un proceso de inflación (no monetaria) marcado: muchas licenciaturas de hoy equivalen prácticamente a lo que era un buen bachillerato de hace unos pocos decenios, en cuanto a esfuerzo y resultado personal (en cuanto a posibilidades de encontrar trabajo digno, probablemente equivalgan a menos todavía, pero esa es otra historia). Por lo cual está claro que hacen falta maestrías para volver a retomar algo parecido al nivel de una licenciatura de tiempos.

En Derecho vienen malos tiempos, porque los chavales y chavalas sandaokuenta, como se escribe ahora en las STS (short tesinas services); el otro día se publicaban los datos INE sobre evolución del alumnado universitario de primer ciclo en el último quinquenio; quien tenga oidos que oiga.

Con lo cual el mercado de maestrías (que además de ser más costosas que los títulos, están menos controladas -como el ejemplo UL de arriba prueba- y, en general, menos reconocidas) dista de ser jauja. Todos los datos dicen que va a ser un mercado con movilidad marcadamente mayor que las licenciaturas, donde hay mucho "cliente cautivo" porque sus papis viven en un radio de 30-40 km y punto. Más movil y más selectivo.

Las maestrías que sean falsa moneda (e, independentemiente de tu denuncia, una ojeada a los trípticos de esas que mencionas no arroja indicios muy halagüeños sobre su valor real) lo van a tener crudo, muy crudo. Más que las licenciaturas, creedme.

Eso desde el punto de vista de la demanda. Desde el punto de vista de la producción, hay algo más que decir. Mientras una licenciatura es en la mayor parte de las Universidades un producto estándar, corta y pega, rutina que más rutina no se puede ... una maestría necesita una buena organización, y mucho curro hasta que se asiente (dale para ello, si todo va requetebien, seis o siete cursos académicos). En mi modestísima experiencia, los aprovechados del cargo oficial suelen tener una capacidad organizativa que se correla bastante bien con la mitad de la académica -y con eso lo digo todo.

Cuestión que se compone con la anterior. La mayor parte de los costos de organización (monetarios y de tiempo) son costos fijos, una vez que la pones en marcha; mientras que las Universidades se esperan que una parte sustanciosa de los ingresos de las maestrías sean ingresos variables, es decir, de tasas.

Por lo cual veo a estas luminarias abocadas al ridículo/debacle más espantoso, precisamente por obra del "golpe maestro" que ahora se regocijan de haber dado. Lamentarán amargamente no haberse quedado tranquilos y emboscadetes con sus manejillos de mala muerte. Al tiempo.

Saludos cordiales,