10 junio, 2009

Rodríguez

No, esta vez no me refiero a Rodríguez Zapatero. Mejor sería.
Ay, qué dura es la vida de rodríguez. Llevo medio día y ya los elementos se confabulan en mi contra. Maldito machismo de las revistas para mujeres. Ando todo volcado en preparar para mí y para Elsa unas suculentas lentejas con chorizo y sin gluten, cambio pañales a todo trapo - ¿por qué los niños hacen más cacas cuando están solos con el papá?-, repaso mi repertorio de nanas nocturnas, me juego un lumbago de campeonato entrando y saliendo de la casita de plástico que ayer mismo le armé a Elsa en el jardín, recibo en mi parte occipital trozos de plátano o naranja durante los ejercicios de tiro al padre blanco de mi hija... y, para un rato que me pongo en el ordenador a ver la prensa del día, me encuentro esto, cielo santo.
“Esto” es la primera de las fotos que aquí reproduzco.

¿Desproporción? ¿Deformidad? ¿Nuevos patrones anatómicos? ¿La Aído dispuesta para un nuevo ejercicio de selectividad? La curiosidad, que mató al gato y escaldó a más de un varón, me lleva a seguir la malintencionada pista y pincho en el enlace correspondiente, que es de la revista YoDona, ¡nada menos! YoCatedrático desorientado por esos andurriales de perdición. Y miren lo que me encuentro, el producto completo: esta otra foto.


Hagamos un esfuerzo de objetividad, apliquemos el más analítico de los métodos. ¿Ustedes no creen que esta señora tiene un problema de columna? ¿Por dónde le caerá, más o menos, el centro de gravedad? ¿Es natural la postura o será el resultado de crueles torsiones y retorsiones?
Si hubiera dado con semejante imagen en una revista del colegio de traumatólogos leoneses aún lo entendería y se volcaría en compasión esta preocupación inconcreta que ahora mismo me posee y me desconcierta. Pero no, aparece en una revista para damas. ¿Qué pretenden, que nuestras mujeres se nos descoyunten el próximo verano? ¿Que se les declare una lesión en la rabadilla? ¿Que nos perdamos los varones en imaginar hipotéticas ventajas de vías alternativas y nada santas?
Discúlpenme, debo interrumpir tan humanitarias especulaciones, por fortuna para mí. Elsa me llama a voces y, si no entiendo mal, está nombrando uno a uno a todos mis muertos.
¡Santa mía, vuelve!

5 comentarios:

Mercedes dijo...

Genial, como siempre.
Mihura ya cuenta que sus diez primas, las que vivían en la calle Leganazos, sufrían por esa especie de vampiro de Dusseldorf que era el corsé. Saludos

Anónimo dijo...

Lo peor de todo es que sea necesario que alguien muestre su pasmo (usted por ejemplo) para que todos reaccionemos ante algo como esto, cuando en realidad es la misma bazofia que de tragarla día si y día también ya nos sabe a delicias del Edén.

Anónimo dijo...

No veo yo en el post la bazofia necesitada de reacción de atrévete a pensar... Como mucho perplejo deleite ante la visión de unas curvas que parecen imposibles... y que están muy bien.

Miguel Fdz. Benavides dijo...

Menudo engendro la señorita.. ¿Puede ser que en nuestra "sociedad de saber y conocimiento" se esté confundiendo la belleza y los buenos hábitos con el aspecto enfermizo y la malnutrición?
No cabe duda.

Anónimo dijo...

Querido anónimo, a mi a menudo (muy a menudo de hecho) me gobiernan más las partes bajas que el intelecto o raciocinio. Pero este caso en particular no, ajeno al ideal de belleza de cada uno, lo que me repunga es que se promueva ese ideal (innatural e insano, por cierto) como si fuera un modelo a seguir.
Y más aún sabiendo que no es más que puro marketing, para vender más.
Es un chiste, y además malo.