01 septiembre, 2009

¿Quiénes son los obsesos?

Estupendo. En Gijón han detenido a otro señor por hacer fotos a niñas desnudas en la playa. Esta vez es un canadiense de sesenta años. Una señora llamó a la policía, le quitaron la cámara, miraron, lo detuvieron y ya está a disposición judicial. En uno de los comenarios de la noticia, un parroquiano entusiasta cuenta que el otro día vieron a un sujeto que hacía fotos a las señoras que tomaban el sol en top-less y que también llamaron a la policía, aunque no consiguieron atraparlo. Apuesto una cena guapa a que antes de un mes sale uno que pide a los municipales que a él mismo lo detengan porque tuvo una erección en pleno mar al toparse con una medusa.
Yo no vuelvo a llevar a una playa de este país una cámara de fotos ni un móvil, y a la pequeña Elsa le voy a poner una saya de las de los años cuarenta. Porque, si la dejo en bolas en la playa de San Lorenzo, todos los lugareños van a estar mirándola sin parar por si acaso aparece un pervertido que le haga una foto.
Mientras, ahora mismo, alas 18:40 del día 1 de septiembre, en la edición electrónica de El Pais el apartado de las diez noticias más vistas del día da el siguiente resultado: las seis primeras tienen que ver con la prostitución callejera en Barcelona y, de ellas, de la segunda a la cuarta son fotos de clientes en plena actividad con las meretrices.
¿Qué pasa en este país? ¿Tanto nos pone contemplar esas imágenes? ¿No serán los mismos mirones de fotos los que se indignan con los que hacen fotos? ¿Estará El País fomentando la masturbación indiscriminada para aplacar un posible estallido social porque los impuestos se suben y no se suben el mismo día? ¿Cambia algo cuando es fotógrafo profesional o periodista el que hace la instantánea clandestina? ¿Y qué pasa con los derechos de los clientes? ¿También será delito eso? ¿Convendría detenerlos, registrarles los calzoncillos e inspeccionar los ordenadores de su casa? ¿Nadie repara en que, tal como aparecen retratados en el periódico, son perfectamente reconocibles para sus conocidos y parientes? Se les puede identificar facilísimamente por la ropa peculiar que visten, por como llevan el pelo y hasta por las cicatrices. ¿Eso así sí se puede publicar?
Sobre todo y más que nada: ¿Estos son los asuntos que más preocupan al ciudadano español en este preciso momento? Aviados estamos. Sociedad de reprimidos represores, de meapilas, de mirones cobardes, de pajilleros vengativos, de puteros con mala conciencia.
Menos mal que el PP de Barcelona sostiene que eso se arregla con más policías y que CiU afirma categóricamente que "Barcelona no puede ser la ciudad del sexo". Es la sexta noticia más leída de El País hoy. Castidad per tutti y, para el que no pueda más, misionero casero con su santa, en sábana con los colores nacionales y pensando en Ibrahimovic.
Dicen que todos acabamos volviendo a la infancia, pero yo nunca creí que Franco se me iba a reaparecer tan pronto. Corro a buscar el catecismo del padre Astete, el bromuro y una foto de Laly Soldevilla con bañador enterizo y rulos.

1 comentario:

AnteTodoMuchaCalma dijo...

"todos los lugareños van a estar mirándola sin parar por si acaso aparece un pervertido que le haga una foto"

XDDDDDDDDDDDD