27 abril, 2011

Pobres niños grandes

Un juez ha decretado que un joven 'ni-ni' de Málaga deberá abandonar en el plazo de un mes la vivienda en la que reside actualmente con sus padres.

El joven, de 25 años y que no estudia ni trabaja, demandó a sus padres porque se negaban a darle una paga mensual de 400 euros aunque eran ellos los que abonaban la letra de su coche.

La sentencia establece que sus padres no tendrán que pagarle la cantidad que él pedía, sino que tiene un mes para irse de casa.

Los padres declararon ante el juez que el chico les maltrataba psicológicamente y les insultaba.

Dicha Sentencia establece que el chico puede vivir por su cuenta, ya que tiene edad suficiente para trabajar y además posee conocimientos y habilidades en el sector bursátil”.

Ayer leí esta noticia, tal cual se la trasncribo, en un periódico de información jurídica. Se queda uno pensando y pensando. Vamos a ver. Hay mucha tela que cortar aquí, como diría la segunda mujer del jeque.

Primero. Qué sutil radiografía del mundo financiero. Este juez o jueza o era un genio (o genia) o se le escapan mundiales sin que las pille él mismo (o ella misma; y basta con el maldito género, porque esto va camino de hacerse más largo que discurso de lehendakari). Pues, como quien no quiere la cosa, nos deja caer que el ni-ni de las pelotillas “posee conocimientos y habilidades en el sector bursátil”, si bien ni trabaja ni ha estudiado nada ni piensa dar palo al agua mientras haya pagano consanguíneo o no que lo mantenga. Ahí está retratado, con cruel precisión,el rústico broker de nuestros pagos. Alguien indudablemente capacitado para vivir como un pachá a nada que se lo proponga y aunque no sea ni estudioso ni trabajador.

La tercera vía existe y es esa que tantos han transitado aquí con éxito. Sin formación ni cultura ni un ápice de vergüenza torera, puede usted hacerse rico del todo y dejar en paz a sus padres nada más que tocando la bolsa. A partir de los mil millones, los de Intereconomía y los de todos los periódicos salmón lo llamarán gurú de las finanzas, y en cuanto supere los diez mil hasta el mismísimo Obama lo puede llevar de asesor para asuntos económicos, aprovechando que los dos son progresistas sin tacha. O lo pone a llevar las cuentas de Guantánamo y hacer que aquella gente produzca algo, que ya les vale de vivir en plan encierro sin rendimiento. Si se pasa al Islam y se echa turbante y tres mujeres, lo recibe Zapatero, le regala unas braguillas de ministra y le saca pasta con la que financiar nuestras políticas de igualdad y un par de cajas de ahorros.

Segundo. Ah, los padres, los padres. Leemos la crónica de la sentencia y nos sentimos solidarios con esos progenitores clásicos y biparentales, con ese matrimonio de los de toda la vida al que le salió una oveja negra. A los 25 añitos la criatura les pide aumento de propina y más calor casero y nos parece que se pasa con ellos ese infeliz de sus entretelas. Pero, ¿y los precedentes? ¿Y el viejo principio jurídico de que nadie puede ir contra los actos propios? ¿Acaso no le habían comprado el coche cuando era el mismo zángano mindundi? ¿Alguna vez, entre los tres años y los veinte, lo obligaron a hacerse la cama o a recoger las pelusillas de su cuarto? ¿Dejaron de mercarle sus petisuis favoritos -los de nata y fresa- cuando repitió tres veces segundo de primaria? ¿Hasta qué edad le contaron que los reyes magos no son los padres, pese a las habladurías, y lo atiborraron de consolas y variados artilugios porque le hacían muchísima ilusión, al muy mono? Y así sucesivamente.

Es muy fácil cambiar de idea de un día para otro, pero usted no puede crear expectativas en un churumbel y luego frustrárselas todas de golpe, al grito de ahora se acabó la propi porque a mí me sale de los cataplines. ¿Son maneras? ¿No debieron llevarlo a unos terepeutas o algo antes de ponerse represores? ¿Probaron primero con la sinapsis, la inteligencia emocional, el coaching casero, el soft-law hogareño, los sistemas de home-bargaining, el two-level-hostión, los derechos de tercera generación o unas cremitas para el culete? ¿No es la expulsión del hogar obligada última ratio? ¿No sabe esta buena gente que en casos extremos el dolo está en el tipo?

Tercero. Este caso lo coge Ronaldo Dworkin y pone de vuelta y media a esos padres ingratos y reaccionarios. Porque hay unos principios, hombre, unos principios. Y valores, que la gente se olvida muy fácil de los valores y luego vamos como vamos y nos quejamos de boquilla. ¿Y para qué está el art. 39.1 de la Constitución y su mandato de que los poderes públicos aseguren “la protección social, económica y jurídica de la familia"? ¿Es que no sabemos, a estas alturas, lo que es una directriz? ¿Y una bisectriz? Hay principios constitucionales y directrices constitucionales y una equidad constitucional como la del apartado 2 del mismo art. 39 cuando proclama que “Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección integral de los hijos, iguales éstos ante la ley... y de las madres, cualquiera que sea su estado civil”. De los hijos y de las madres, ahí están los valores, el Verfassungswert y la leche, de los hijos y de las madres; no de los padres, para qué. Pues por eso. De los padres dice el precepto nada más que tal: “La ley posibilitará la investigación de la paternidad”.

Pues que investiguen si no será el padre, en este caso, el que anda torturando a su vástago porque se han metido en un rollo psicoanalítico horrible y por culpa de Lacan y de Zizek, don Eslavo, los dos están queriendo trajinarse a la mamá, que dónde se vio. ¿Y la madre qué dice? ¿No es un caso clarísimo de imposición, a través del derecho y de los jueces, de la muy masculina ética de los derechos frente a la femenina y maternal ética del cuidado (care, cari)? ¿Estamos seguros de que la madre quería que el hijo se fuera de casa y que dejara de recibir su paguita los sábados, o se tratará del enésimo caso de pugna entre varones que no consideran el sano sentir de las damas?

Cuarto. ¿Y si hubiera sido al revés? ¿Y si el chico se ganara bien la vida como tiburón de las finanzas o director de sucursal del Santander y fueran sus padres mayores los que, por no haber tenido oficio ni beneficio ni cotizar ni nada, le pidieran techo, manutención y unos euros mensuales para el bingo? ¿Nos parecería bien que el juez soltara que pueden sobrevivir autónomamente porque tienen gran habilidad para la venta callejera o la explotación sexual de pervertidos mayoreros?

Urge, en conclusión, que defendamos con renovadas armas la familia, célula básica de la sociedad, y más si es familia cristiana. Esas familias acogedoras, generosas, solidarias que, en conjunción con un sistema educativo muy avanzado, han logrado que esta juventud de hoy sea la mejor preparada de nuestra historia, de la de España con un par, como yo mismo compruebo, transido de emoción y con un nudo de corbata en la garganta, cada mañana en las aulas de mi universidad.

2 comentarios:

un amigo dijo...

El vínculo de filiación debería estar limitado en el tiempo. A los dieciocho años -salvo si median dependencias- debería extinguirse automáticamente, dependiendo para su renovación del libre consenso de ambas partes. Y a los dos/tres añitos, vuelta a empezar.

(Entre paréntesis, igual criterio debería aplicarse a los matrimonios - tras veinticuatro meses, divorcio automático, salvo que ambas partes estén de acuerdo en renovar el vínculo).

Creo que presenciaríamos un crecimiento vertiginoso de las buenas maneras, y del respeto y responsabilidad recíprocos...

Dejémonos de sentimentalismos. O de consideraciones sobre el ADN, que está muy bien para la mosca del vinagre. Cuando tratamos de seres complejos, cuyas relaciones recíprocas son sobre todo afectivas, sociales, económicas... ¡todos somos adoptados! Y la adopción no se puede forzar sobre nadie...

Salud,

Anónimo dijo...

pero los papis podían darle el dinero que pedía, lo mismo suponía algo nimio en sus ingresos. No es lo mismo pedir a los papis 400 si estos tienen 2000 que si cuentan con 5000. Sea como sea los jóvenes casi todos estudian, se supone que es lo que deben de hacer. Y luegoenganchan unas cosas con otras y que si master y tal...y con el paro. Y otra cosa, que cuando estudias luego pasas de irte otras labores. mi libro lo ponia superbien, pero no me acuerdo de las palabras solo retengo la idea. que hay como estratos en los trabajos y que aunque haya mucho paro en un país y oferta por ejemplo en ejemplo en el servicio doméstico. este trabajo no se cubre con los parados porque estos no los quieren cubrir. Es que una carrera vale dinero y tiempo y uno quiere que sirva para algo. Si dices el niño que demando a sus padres pues todo el mundo va a condenar a ese desagradecido. Pero cada uno en su casa sabe que se cuece. Por lo visto al chaval le han puesto en la calle con una asignación mensual de 200 euros...eso es lo que yo he escuchado. El caso es que como no le proporcionen alojamiento se va a tener que ir debajo de un puente con ese dinero. Y ahora que busque trabajo...jajajaja. para ese se necesita intermediación. No se consigue trabajo echando c.v. Yo antes me creía eso. Pero va a ser que no. Yo jamás demandaría a mis padres pero hay muchas situaciones...es como tu has dicho, a que han acostumbrado al niño? lo mismo el chico tiene su vida social..y eso cuesta dinero. ¿por qué lo jóvenes hacen botellon? porque necesitan vida social y no pueden pagarla de otra manera. Por regla general los papis no dan 400 euros para gastos mensuales.