29 noviembre, 2011

Pelotazos (en nuestras/os pelotas/os)

Empieza a resultar aburridísimo. Una y mil veces la misma historia. No hay día en que los periódicos no nos cuenten tres o cuatro casos sonados. Pero suenan y luego no pasa nada; o casi. No podemos pasar en lo jurídico de la presunción de inocencia a la de indecencia; pero de puertas afuera del derecho y sus procedimientos, es indudable que la tasa de indecentes es sobrecogedora.

¿Ya vieron la información de hoy sobre los ladrones del día? Antes cada día tenía su santo; ahora para cada uno hay un trincón; o varios. Presuntos, eso sí. Casualmente este que hoy cuetan ocurrió en Valencia. Ay, Valencia. Son muy fieles los valencianos y apenas niegan su voto a los que a su costa se ponen las botas. Con su pan se lo coman, y con arroz. Lo gracioso es que se puede seguir siendo alcalde de una ciudad grande y vicepresidente de la Diputación aunque caigan sumarios de punta. Por cierto, en la reciente campaña electoral fue muy bonito el acuerdo del bipartido único para no sacarse los trapos sucios, un silencio que indica la ausencia de propósito de enmienda y el pacto tácito para seguir trincando. Tampoco hay dolor de los pecados. Hoy por ti, mañana por mí. Yo no digo Valencia y tú no dices Lugo, todos juntos en unión, defendiendo la bandera de la santa expoliación. El expolio bajo palio. Aquí un amigo, aquí mi Loewe.

Lo saben hasta los gatos. Creo que hasta los gatos lo imitan ya. Uno se hace con un carguete cualquiera, eso para empezar; para eso están los amigos, para nombrarte y regalarte para la mesa de tu despacho el trabuco de Luis Candelas. Queda monísimo. El día del nombramiento el pueblo ya está en pompa, y bien gustoso. A la semana siguiente, día arriba o día abajo, el señalado por la fortuna habla con sus cuñados, primos y demás familia para que monten unas sociedades, dizque empresas de variados servicios; de variadas sevicias. Y a facturar tocan. A girar facturas millonarias a nombre de la sociedad de marras, hoy por instalar ocho mil bombillas en una habitación, mañana por reparar tres mil ordenadores que no existen, al día siguiente, por un informe sobre los efectos climáticos del rascado de axila, un millón de euros de nada, al otro, un plan para organizar un torneo de mus entre las parroquias colindantes, quinientos mil euros. Y así. No importa que el organismo público que preside el lince de turno se dedique al tratamiento de aguas residuales o sea un observatorio de las gaviotas viudas: acaban pagando un pastón a la sociedad de los cuñados por el diseño de un proyecto para el bronceado de las australianas en nuestras costas o por la renovación de los palos de golf de la directiva. Es que ni disimulan, andan crecidos, erectos incluso. No se cortan ni un pelo.

Pero como el artero desvío de fondos retornables al propio bolsillo no les alcanza para tanto vicio, terminan por sacar siempre su innata combinación de cutrerío y horterez: pasan también ellos mismos sus facturas, impasibles y soberbios, desde paquetes de tabaco o cafetillos en el bar de la esquina hasta putas de lujo o bolsos de Loewe, ya sean para las putas de lujo o para sus putas madres, las de ellos. Me juego con cualquiera una cena en el restaurante más pijo de la ciudad más podrida a que hay también facturas de alargamiento de pito, de viagra o de variados lubricantes calurosos. Desde luego, no puede faltar en ningún caso la contratación laboral de fantasmas, espectros y ectoplasmas diversos, de trabajadores unidos al responsable máximo por relaciones de consanguinidad, afinidad o felación y que cobran su respetable nómina mensual sin que nadie los conozca ni los haya visto jamás en el lugar de trabajo. Conciliación a tope de la vida sexual y laboral. También hay quien lo llama concierto para delinquir. En do menor.

Lo que más enternece es lo de las auditorías. Están todos auditadísimos, pero sordos. El de la auditoría: que no puede ser Pepe, córtate un poco, que te van a trincar. Pepe: a mí no me trinca ni Dios y tú cobra y calla, que para callar te pago. También son muy monos los tribunales de cuentas, de los que hay a porrillo: Pepe, corazón, aquí donde dice tres mil euros por unas scorts con todos los servicios ¿no podrías pedir que pusieran reparación del aire acondicionado? Y Pepe terco, que no, que a ver si no va a poder él llevarse unas lumis a donde le den las ganas. A todo esto, los fiscales silban una muy bonita Julio Iglesias que creo que se titula Gwendolyne: como buscan las olas la orilla del mar y tal y aún recuerdo aquel ayer cuando estabas junto a mí. Normal, ellos también tienen que comer y no va a ser cosa de ir por ahí indisponiéndose con los patronos o con los patrones de yate.

Lo precioso del caso es que todos sabemos cómo funciona. Por eso funciona. También es de sobra conocido cómo podría arreglarse. No me refiero a una política coherente de emasculaciones o de fusilamientos al alba ante el escaparate de Salvatore Ferragamo o de Louis Vuitton, que también, sino a que con cuatro reformas legales se les podría meter mano. Pero para eso está el legislador, para perseguir más que nada a los que ven fotos de niños en pelotas, que es delito muchísimo más grave, a dónde vas a parar.

6 comentarios:

un amigo dijo...

Don, lleva Vd. dos entradas muy cercanas hablándonos de lo mismo. Porque son dos caras de idéntica moneda. No sólo es que esa cultura (que bien sabe Vd. que no pertenece sólo a un partido político) del prepo y del tanganazo, de la formulauno y de los aeropuertos en mitad de la nada, sea ladrona y bellaca, y descubra que tras el mucho robar no se puede financiar lo esencial; es que es intrínsecamente enemiga de ciencias y saberes.

Hay una correlación muy fuerte entre ambas manifestaciones. Grandísimos hijosdefabra...

Salud,

Señor Decolorado dijo...

En estos tiempos de noticias fugaces se nos ha olvidado ya una decisión del último Consejo de Ministros que tal vez deba ser explicada por algún constitucionalista (qué justifica la pervivencia de la figura del indulto y cómo afecta a la igualdad de los ciudadanos ante la ley), algún penalista (cómo afecta esta facultad del ejecutivo a la ejecución de la sentencia y, sobre todo, si conlleva la cancelación de los antecedentes penales) e incluso algún sociólogo (qué explica que lo que el sábado constituía un escándalo en toda regla haya desaparecido al día siguiente de todos los medios de comunicación).

Un banquero ha sido indultado.

Rogelio dijo...

¿ Pero es que se van a ir todos de rositas, pero es que Buba el keniata, ese de las 25 pulgadas y peores pulgas, no va a poner a ninguno de ellos en el patio del correcional mirando a Cuenca ?

¿ Ni siquiera tres Padres Nuestros y un Ave María ?

Algo, tiene que haber algo: acción popular civil por daños, negligencia profesional, enriquecimiento sin causa, lesa patria, apropiación indebida, malversación, ...... doloso, imprudente, pero algo por favor.

¿ Donde están los padres y las madres de las patrias, los fiscales, los jueces, los interventores, los comités de ética, los defensores de los pueblos, los órganos de las defensas y de las delanteras de no sé cuantas mamarrachadas ?

Sugiero hacer una cuestación para sufragar que algún bufete, con perdón, intente retirar de la circulación una buena temporada a unos cuantos hijos de puta de estos.

Chirimbolo dijo...

Al último interviniente: póngase en contacto con José Luis Mazón.

http://www.laverdad.es/murcia/20100209/local/region/causas-perdidas-mazon-201002091451.html

Chirimbolo dijo...

Sea como fuere, que no contacte con el abogado de este caso (¿en qué universidad habrá obtenido su título de licenciado en derecho?):

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/puede/juzgar/rey/Baltasar/lesiones/elpepusoc/20111130elpepusoc_10/Tes

Anónimo dijo...

vaya, es un chiringuito en toda regla, cómo se lo montan y cómo viven. anda que no...